Señor semáforo

Viernes, 18:23 PM, miles de almas, un solo objetivo: LLEGAR A CASA. Algunos, los mas suertudos, agarrados a un volante, con aire acondicionado o calefacción, otros tantos, sentados o parados en transportes públicos, con sus auriculares o leyendo lo que sea.

La desesperación empieza a ganar, no les importa más nada que el objetivo. Todos imaginan el sillón, las pantuflas, la televisión y los chicos corriendo por el living, se les hace agua la boca. Pero de repente... inmovilidad absoluta, como si alguien hubiese detenido el reloj biológico universal, pero no, es simplemente, una luz roja.

¿Cómo puede ser posible que un caño doblado con 3 bochas haga detener a esos cientos de miles de vehículos? ¿Cómo puede ese sencillo artefacto frenar la alocada marcha de tantos como por arte de magia? Estas son solo algunas de las tantas preguntas que me surgen al notar este fenómeno.

Todos los días vemos como mas del 50% de las personas se persignan al pasar por una iglesia u otra forma religiosa, pero ese porcentaje es ínfimo comparado con el de los autos que se detienen ante el resplandor colorado de un semáforo. Surgen entonces, aun mas preguntas: ¿Los semáforos son los enviados en la tierra del Dios de alguna religión? ¿Jesús fue crucificado o semaforizado?

También pueden existir los que opinen que es todo parte de una secta que celebra sus misas en las llamadas “fiestas semáforo” y que tratan de lavarnos la cabeza con canciones como la de Flavia Palmiero, que además hacía una durísima apología de las drogas (“…las rayas blancas me guiarán.”). Mi pensamiento difiere un poco, para mi el semáforo es un semidiós semitodopoderoso.

Pero la única verdad es la realidad, y la realidad indica que el semáforo maneja a su antojo a la gente (únicamente para su bien) y genera un gran respeto por sus leyes. Entonces, me autoformulo la última pregunta de la noche: sabiendo que hay mujeres, animales, gays y hasta radicales… ¿Es muy loco pensar en un semáforo senador?