Pequenhas lembranças
Sáquenle el mando a la copiloto. Me canse de dar vueltas por el aire, el cielo se quedo sin estrellas y, aunque suene raro, ya tengo ganas de volver a la tierra. Allá abajo, un puño cerrado de personas me espera, el ciclo vuelve a empezar y ahí vamos de nuevo, pero por la tristemente celebre vía terrestre.
Este nuevo comienzo es, como todos los otros, más que decepcionante. Después de haber pasado tantos ya debería saberlo. Pero eso, junto con otras muchas cosas básicas jamás las aprendí. Quizás debería volver a la escuela.
¿Nadando hasta África? Are you crazy? Cuando lleguemos allá nos van a querer vacunar contra la malaria, el cólera, el tétanos, la fiebre bordo, la pobreza, la negrura, la esclavitud y el mal de Eto´o. La torcida esta mas recta que nunca, ¡mirá como alientan! Come with me. Te voy a llevar a la torre más alta de mi castillo. Desde allí tal vez podremos divisar el continente vecino y, de paso, te presento al dueño del gimnasio, un divino.
Camine miles de kilómetros buscando la palmera de la cual se caían todos esos muy buenos cocos. Cuando por fin la encontré, en un descuido, uno que se soltó casi me parte la cabeza. “Praia limpia, praia linda”, rezaba el cartel. No supe como obedecerlo.
Esto lo tienen que ver. Esto ya lo vi. Esto no lo vi nunca. Esto no se va a poder ver. Y ahí es cuando llega el rey de los tuertos, me muestra su capa y me clava su espada. Gatito en rodeo ajeno.
Ya van 7 u 8 palos, lo suficiente como para cocinar varios pasteles. No hablo de los caseros, me refiero a los otros. A los que, en su mayoría, viajan en avión. ¿Unirme a ellos? Jamás. Yo también tengo pasaje, y en business, pero claro, nunca pude superar mi miedo a los despegues.

NdeR: Si usted, lector, no entendió nada de este post, haga de cuenta que esta escuchando la canción “Shimauta” cantada por Alfredo Casero. Es indescifrable el significado, pero se deja escuchar, es dulce para los oídos. Disfrute del video con las fotos.
http://video.google.es/videoplay?docid=-8393493563994158569&hl=es
NOTA MENTAL: Una de chirlos te voy a dar…